Actualizado: 12 feb 2021
Nuestro sentido es colaborar para producir una inercia que haga que los objetos, los bienes, las cosas, describan un movimiento circular e incesante que les permitan ser siempre útiles.
En este artículo queremos contarte cuál es nuestro sentido.

Pero, ¿qué es el sentido?
El sentido es el fruto de una distinción como respuesta a un proceso de observación, para ir discriminando lo que somos, y lo que no somos, y establecer así lo que nos diferencia.
Es nuestra razón de ser, eso que nos mueve a crear, innovar y apostar por lo que creemos, para aportar valor a nuestra comunidad.
¿Cuál es la fecha de caducidad de una silla? ¿Cuándo debe morir vitrina? ¿Cuántos kilómetros debe rodar una bicicleta? ¿Cuántas páginas se tienen que escribir en un escritorio? ¿cuántos lectores debe soportar un libro? ¿Cuál es la vida estimada de un biombo chino? ¿Tal vez, quinientos años más que uno francés?
Acostumbramos a supeditar todas nuestras pertenencias a los estragos de las modas y ,así, imponemos limitaciones a unos utensilios que habían venido para quedarse.
La costumbre y las modas nos condicionan para hacer borrón y cuenta nueva con las cosas. ¡Fuera! ¡Ridículo! ¡Démodé!
Los tejidos, los metales, la madera, los plásticos, sus derivados y sobre todo su tecnología y funcionalidad, deben ser desechados en nombre de la modernidad. Una modernidad que se esmera en fabricar, pero que no ha pensado en el proceso inverso, cómo desfabricar, o mejor, cómo optimizar los residuos de lo que ya está procesado.
Sucede incluso que, rizando el rizo del absurdo, esa misma modernidad es capaz de producir unos utensilios, que denomina retro, los cuales pretenden imitar a los que antaño se crearon, allá cuando las cosas se hacían con oficio y sin prisa.
Te invitamos a considerar nuestro sentido y participar de un nuevo impulso que diluya las inercias, las creencias impuestas que nos llevan a desdeñar unos útiles que habían venido para quedarse.
Nuestro sentido es normalizar el reúso de los bienes que ya existen. Colaborar para promover una reutilización consciente y socialmente demandada, que minimice el despilfarro de una producción desmedida que hoy se alienta, la cual insiste en hacer siempre lo mismo.
En nuestros días, la fabricación de bienes se sitúa, en muchos casos, en lugares del planeta que están muy alejados y, su transporte supone elevar los niveles de contaminación medioambiental.
La deslocalización de las empresas, como sabemos, ha llevado el grueso de las industrias a países en vías de desarrollo, con un efecto negativo, tanto en el reconocimiento que reciben los trabajadores, como en los estándares de calidad del producto final.
En García-Jove. AnticuariosCirculares, queremos dinamizar una nueva emoción que nos lleve a cuidar las cosas, respetarlas y protegerlas para que puedan seguir siendo...
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